Un policía explica el nuevo método de los ladrones para robarte en el coche: “Todo comienza con un simple golpe en el retrovisor mientras conduces”

Conducir por ciudad exige atención constante. El volumen de tráfico, la proximidad entre vehículos y el ritmo acelerado de los trayectos diarios crean un entorno en el que cualquier pequeño gesto puede pasar desapercibido. Un roce, un golpe leve, una maniobra inesperada. Todo forma parte del paisaje urbano y rara vez genera alarma. Pero en este mismo contexto rutinario, algunos delincuentes encuentran el escenario perfecto para actuar sin levantar sospechas.

Así lo advierte la Policía Nacional en un vídeo difundido a través de sus redes sociales, donde alerta sobre una modalidad de robo tan rápida como efectiva. El método arranca con un gesto aparentemente accidental cuando un motorista golpea levemente el retrovisor del lado del conductor. El impacto llama la atención, pero no suele generar alarma. Parece un simple roce, uno de tantos que pueden producirse en el tráfico urbano. Nada fuera de lo común.

Pero esta maniobra tiene un propósito muy concreto: distraer al conductor y provocar una reacción instintiva. Si el conductor saca la mano para recolocar el retrovisor, queda expuesto. Es en ese instante cuando aparece una segunda moto, perfectamente coordinada con la primera. Su ocupante se acerca por ese mismo lado del vehículo, agarra la muñeca con fuerza y, en cuestión de segundos, le roba el reloj. La huida es inmediata, aprovechando la sorpresa que causa a la víctima.

Los delincuentes golpean el retrovisor de un coche para distraer al conductor y sustraerle rápidamente objetos de valor

“Ahora ya lo sabes, pero si te pasase llama rápidamente al 091 y denuncia”, concluye el agente en el vídeo compartido en la cuenta oficial de la Policía Nacional en X. El mensaje del policía no deja lugar a dudas: los delincuentes actúan con rapidez, sincronización y aprovechando el más mínimo descuido para llevar a cabo sus fechorías.

De hecho, esta no es la única modalidad relacionada con los coches que utilizan los delincuentes para llevar a cabo robos rápidos y eficaces. Otra táctica común es el llamado robo del semáforo, donde los ladrones aprovechan que los vehículos están detenidos en un semáforo o atasco para acercarse y, en un rápido movimiento, robar objetos de valor que quedan a la vista.

Causar daños en el retrovisor suele ser un buen cebo para engañar a la víctima e intentar robarle

Por este motivo, las autoridades policiales recomiendan mantener siempre los objetos de valor fuera de la vista, especialmente cuando se está detenido en semáforos. Además, aconsejan estar especialmente alerta a las personas que se acercan a los vehículos en estas situaciones, ya que muchos delincuentes se provechan de la distracción de los conductores para cometer estos robos.

La estafa del retrovisor

Al margen de los robos, también es fundamental estar alerta a las estafas que, aunque parecen inofensivas en un primer momento, pueden resultar ser muy efectivas para los delincuentes. Una de los más conocidos es la estafa del retrovisor. Al igual que en el caso expuesto por la Policía Nacional, comienza con un gesto aparentemente accidental en el retrovisor, cuando un vehículo golpea levante al de la víctima. A continuación, le hacen creer que ha sido la causante del impacto y que a consecuencia del golpe ha causado desperfectos en el retrovisor del otro coche.

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Es entonces cuando los delincuentes tratan de confundir a su víctima y simulando una llamada a la compañía de seguros y presionando para que pague de inmediato por los daños. Para dar aún más credibilidad a la estafa, suelen llevar coches con matrícula extranjera y, con la excusa de que tienen que volver a su país sin demorarse, intentan convencer al conductor que deben resolver el asunto sin la intervención de la policía o de las aseguradoras. Bajo esa presión, consiguen que el conductor pague una cantidad de dinero en efectivo para evitar complicaciones.